Hoy hemos conocido por un lado la sentencia en el caso del juez Calamita y por otro la resolución del Consejo del Poder Judicial en el caso de el juez Tirado, dos casos que tienen en común una cosa y es que por medio ha habido menores, el primero retraso injustificadamente una adopción por el solo hecho de que la pareja adoptante eran dos mujeres, el segundo caso tiene su raíz en el llamado caso Mari Luz, las dos se han saldado a mi juicio con un tirón de orejas y poco mas.

En el caso del juez Calamita con una pena de dos años, tres meses y un día de inhabilitación para empleo o cargo público por retrasar de forma "maliciosa" la adopción de una menor que había sido solicitada por la compañera sentimental de la madre biológica y 6000 euros de indemnización, en el de Tirado se ratifica la multa de 1.500 euros contra el juez Rafael Tirado, que no ejecutó durante dos años una condena de cárcel contra Santiago del Valle, el presunto pederasta que asesinó a la niña Mari Luz Cortés.

En cualquiera de los dos casos estos jueces podrán seguir en la carrera judicial, Tirado de hoy en adelante y Calamita una vez cumplida la condena, ¿y luego que? a esperar que estos dos señores se les ocurra pasar por alto las leyes y nos encontremos ante otros casos en los que como en el caso de Mari Luz no ha lugar a reparación.

Algo huele muy mal en la justicia española, huele a coto cerrado, a indolencia, a corporativismo y no me vale lo que se esta esgrimiendo de falta de recursos, me suena más a que los recursos que hay están mal empleados, a una falta de formación en la gestión de esos recursos y en unas formulas de acceso a la carrera judicial obsoletas, a jueces que confunden su ideología o religión con el derecho y la justicia.

cuando la justicia y el derecho deberían ir de la mano hacia lo justo vemos como en el caso Mari luz se convierte a la víctima en una nueva víctima del engranaje judicial por que eso y no otra cosa es en lo que se ha convertido el poder judicial en España en un engranaje, una máquina, lo que no se dan cuenta es que al otro lado hay personas.

Comparto la vergüenza que siente el padre de Mari Luz, quizá la única persona en esta historia a la que se le puede dar tal nombre, no creo que ninguno de los catorce magistrados del consejo que ha votado a favor de la resolución pudiera aguantarle la mirada a este hombre y mucho menos el tal Tirado, según el consejo la conducta de Tirado se encuadra en un retraso injustificado consecuencia de una desatención leve y que, al tratarse de un retraso en una sola ejecutoria --la de Santiago del Valle--, no puede ser considerada muy grave, si no fuera tan triste podríamos considerarlo un sainete, esa desatención leve costo la vida de una niña y la desolación de toda una familia.

En el caso de Calamita el resultado final fue satisfactorio, con todos los pronunciamientos a favor estas madres disfrutan de su hija adoptiva, pero la pregunta no es esa, la pregunta es ¿caben en la carrera judicial personas de esta índole? ¿cuanto tardaremos en oír casos parecidos y por las mismas personas? ¿como pueden llegar personas así a ser jueces? ¿no existen mecanismos en la Justicia para evaluar la idoneidad para estas profesiones?

Las dos sentencias terminaran recurridas en el Supremo, evidentemente por partes distintas y con fines diferentes, esperemos que este tribunal muestre una mayor sensibilidad ante casos como estos y ponga las cosas en su sitio, los ciudadanos apelamos al Derecho, a la Justicia, pero por encima de todo queremos lo Justo.

"Queridos Mirones" sed buenos, si podéis. (San Felipe Neri)

20:52:00
Categories: Justicia, Opinión. Author: PARA LA LIBERTAD